google-site-verification: google124617bd05135f1f.html
5
(1)

Desde hace algún tiempo, en casi todo el mundo, se educa a las/os niñas/os pensando que necesitan ser adoctrinadas/os mediante castigos si se “portan mal” y premios si se “portan bien”, pero la gente desconoce las consecuencias de esta forma de enseñar a las/os niñas/os lo que se espera de ellas/os, ya que no se sabe relacionar el comportamiento disruptivo con los premios y castigos.

Cuando un/a niño/a tiene un “mal comportamiento” se tiene la creencia errónea de que otro “mal comportamiento” le enseña. Por ejemplo:

-Tu hija pega a un niño y le enseñas que no se pega, pegándola a ella.

-Tu hijo te da un manotazo en un momento de “rabieta” y tu le das otro más fuerte diciendo “¡no se pega!”.

¿No te parece incoherente?

¿QUÉ ES EL PREMIO-CASTIGO?

Son las técnicas que utilizan las/os adultas/os para conseguir que las/os niñas/os realicen las conductas que ellas/os creen convenientes. Skinner ya enseñó la técnica del palo y la zanahoria, que resume perfectamente lo que se hace con las/os niñas/os con la excusa de que “siempre se ha hecho así y nuestros padres también así nos educaban”

Y curiosamente, como sabe mal castigarlos, en lugar de dejar de hacerlo y pensar en formas más sanas para toda la familia, se inventa el hecho de dar un premio para compensarlo.

Pero no lo compensa en absoluto, solo sumamos otra estrategia que pasará factura en poco tiempo: tu hijo/a se portará “bien” para ser premiada/o.

  –

«En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias»

Robert Green Ingersoll

 –

¿QUÉ ESTRATEGIAS Y MÉTODOS SE UTILIZAN ACTUALMENTE?

Hay varias formas de aplicar correcciones o castigar, siempre con el objetivo de hacerle entender al/a niño/a lo que está bien o mal. El problema es que no tienen el mismo concepto del bien y el mal, eso es más propio de las/os adultas/os y de la educación y crianza que hayan recibido o de las experiencias vividas durante su trayectoria vital.

Los más utilizados, por ejemplo, son:

1. Silla de pensar, time out, rincón de pensar…

Esta estrategia solo la considero válida si hay una silla para el/la adulto/a al lado y se utiliza ese rincón como zona neutra y para resolver los conflictos de una forma realmente educativa.

Si el/la niño/a debe permanecer en soledad como castigo y para reflexionar (¿Qué puñetas pensamos que reflexiona un/a niño/a de 3 años solo sentado en una silla?) conseguimos que no desee estar sola/o, que sienta que sus madres/padres no le entienden y sobre todo a realizar dicha acción por la que sido castigada/o, a escondidas.

Os dejo con un texto de Louma Sader de Amor Maternal en su artículo “¿Qué aprenden los niños cuando los mandamos al rincón o silla de pensar? 

“Digamos que una niña patea a su hermana, que le da muy duro y la hace llorar, y le decimos «necesitas irte al rincón de pensar. Necesitas ir a tu habitación a pensar acerca de lo que acabas de hacer».

Observemos entonces qué puede estar pensando esa niña cuando está sentada en su habitación [durante su time-out], ¿qué pasa por su cabeza? ¿Estará pensando: «¡Ah! Ahora comprendo que hacerle daño a la gente está mal»?

Es literal e irrisoriamente improbable, ¿por qué entonces se nos ocurre hacerlo? ¿qué pasa por su cabeza?

«Odio a mi hermana», «mis padres son horribles», «no sólo odio a mi hermana, sino que fíjense cómo voy a volver a darle cuando mamá no esté mirando», ¿algo más? Nada de lo que está pasando por su mente puede ser de ayuda alguna porque el castigo no enfoca la atención del niño en lo que pueda haber hecho, por qué estuvo mal hacerlo, qué otra cosa hubiera sido mejor hacer, les enfoca básicamente en procurar evitar un futuro castigo.

[y les decimos]: «¡Hey! Que no te vuelva a pillar haciendo eso otra vez», y ella piensa «vale, pues a la próxima no me pillarás”

2. Premiar por “buen comportamiento” o restringir por el “mal comportamiento” (te quedas sin…)

Portarse bien o mal es muy relativo, dependerá más de cómo seáis las madres/padres que de cómo sea el/la niño/a. Para una madre/padre puede ser un mal comportamiento comerse los mocos, pero para otra/o puede ser un comportamiento normal (que lo es).

Por eso premiar o restringir por un comportamiento solo crea confusión en el/la niño/a que será un/a adulto/a injusto/a con muchos prejuicios a la hora de tratar a los demás, especialmente a sus propias/os hijas/os y a sus iguales.

3. Castigo físico

¿No crees qué es injusto que el castigo corporal sea humillante para las mujeres, que no se permita ni en la cárcel para los internos y asesinos ni para los delincuentes juveniles pero lo vemos cómo legal y aceptable en los seres más inocentes de cualquier crimen?

“Vamos a poner esto con claridad: Golpear a otra persona es abuso.

Golpear a un niño es abuso y como tal, es un acto cobarde y despreciable.

La gente decente no golpea a los niños. Punto y final de la historia”

Norm Lee

Poca cosa más que decir. No se pega a nadie y mucho menos para educar o enseñar cualquier cosa, precisamente el castigo físico dificulta muuuuuuuucho el aprendizaje.

En este enlace te hablo de Los 5 argumentos indiscutibles para quien defiende los castigos y azotes 

¿QUÉ SE CONSIGUE CON EL PREMIO CASTIGO?

Norm Lee, en su libro Ser padres sin castigar y con más de 40 años de investigación científica sobre el castigo, dice:

La primera objeción al castigo es que no funciona. Que no sirve a nuestro propósito de “reformar” al niño, pues aunque el comportamiento externo pudiera cambiar temporalmente para evitar el castigo, la humillación es internalizada, solo para resurgir más tarde. El castigo empeora las cosas sin excepción, sin importar que sea o no aparente inmediatamente”

Pues eso. Que se consigue que las/os niñas/os sean peores personas de adultas/os, más agresivas/os, más hostiles, más inseguras/os…Nada que quieras realmente para tus hijas/os, ¿no?

Para las/os que estáis pensando en “a mí me pegaron y no salí tan mal” os comento que reconocer el maltrato es síntoma de trauma infantil. Defender el castigo físico es la secuela que queda por haber sido maltratada/o.

¿POR QUÉ EL CASTIGO Y EL PREMIO NO FUNCIONAN?

El castigo está disfrazado de funcionalidad, es decir, parece que funcione pero no es así. Ofrece una apariencia de control pero al/la niño/a solo lo vuelve mentiroso/a (para evitar ser castigado), a la hostilidad (si mis madres/padres me pegan, así es como se arreglan los problemas), al acoso a otras/os niñas/os y a la hipocresía.

El premio solo enseña a realizar la acción para obtener una recompensa, pero el/la niño/a no entiende el valor de esa acción.

Por ejemplo, el/la niño/a corretea por casa gritando y le dices que si se está quieta/o le das un premio. Parará para recibir el premio, pero no entenderá el porqué debe parar de correr o no gritar, no conocerá el valor que tiene para tu descanso o el suyo.

Ashly Montagu si que tiene un uso para el castigo:

“Cualquier forma de castigo corporal o golpe es un ataque violento hacia la integridad de otro ser humano. El efecto permanece con la víctima para siempre y se convierte en una parte imperdonable de su personalidad, es una frustración masiva que se convierte en hostilidad que buscará expresarse más adelante en la vida a través de actos violentos en contra de otras personas”

ALTERNATIVAS SALUDABLES Y EFECTIVAS A CORTO, MEDIO Y LARGO PLAZO

Hay infinidad de alternativas que sí funcionan para gestionar los conflictos con tus hijas/os y hacerles ver y entender que hay conductas que deben cambiarse, como el recurso de reuniones familiares.

Reunirse en familia para decidir qué hacer y cómo hacerlo, para hablar de las conductas y comportamientos que no gustan o incomodan.

Por ejemplo: tu hija/o ha rayado todo el comedor con un lápiz de color. En un primer momento parece un mal comportamiento, pero si observas y hablas con ella/él y nos explica las razones tal vez descubras que su necesidad de creatividad e imaginación se les queda pequeña en un papel.

Se puede negociar en las reuniones el porqué ha sucedido eso y buscar alternativas junto a las/os niñas/os, como empapelar parte de su habitación, limpiar el comedor de las pintadas juntas/os…

En definitiva, si queremos tener niñas/os empáticas/os, respetuosas/os y asertivas/os solo hay una forma de enseñarles: siendo empáticas/os, respetuosas/os y asertivas/os con ellas/os. Esa es la fórmula mágica 😉

Si quieres aprender más sobre las reuniones familiares, ¡ponte en contacto conmigo!

Mo Queralt

¿Qué te ha parecido este contenido?

¡Ayúdame a mejorar!

Valoración 5 / 5. Votos: 1

¡Sé la primera en puntuar este contenido!

Si este contenido te ha sido útil

¡Puedes seguirme en las redes sociales!

¡Oh! ¡Siento que este contenido no te haya sido útil!

¿Me cuentas cómo mejorarías?

Tu feedback es importante para mi trabajo 🙂

Pin It on Pinterest

Esta web utiliza cookies, no son de chocolate pero son necesarias, ¿las aceptas?    Ver Política de cookies
Privacidad