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Después de observar durante mucho tiempo a las familias y revisar todas mis consultas, he descubierto que nos preocupamos por decenas de cosas referentes a nuestros hijos, pero hay 6 de ellas que se repiten continuamente.

Para ayudar a las mamás y papás en su tarea de ser padres, he escrito este artículo que normaliza esos miedos. Entender los porqués de las cosas nos relaja y acomoda. Especialmente cuando criamos.

Muchas veces esas preocupaciones se convierten en miedos e incluso en obsesiones y llegamos, por ejemplo a no poder evitar mirar y controlar todas las deposiciones de nuestro bebé para valorar color y textura, con la esperanza de que sea completamente normal.

¿Quién tiene la culpa?

Los padres desde luego que no…Yo responsabilizaría a la sociedad en la que vivimos, que infunde y provoca malestar e incomodidad a miles de familias de todo el mundo.

La lista de nuestras preocupaciones es larga, muy larga, pero yo he elegido las 6 que más inquietan a las familias y les impiden muchas veces llevar una vida normal, lejos del estrés y de la ansiedad.

  1. Criticas

Las opiniones de los demás -que ni siquiera son padres muchos de ellos- nos confunden y nos pueden hacer actuar de formas diferentes a cómo haríamos nosotros como padres. Si os fijáis estaréis siempre haciendo algo mal a ojos de los demás en cuando a la crianza.

Lo que sea, desde no abrigar mucho a abrigar demasiado, dar demasiada comida a dar poca, dormir demasiado con tus hijos o demasiado poco, que si debería mamar más o menos y cuándo, llevarlos o no la guardería, dar o no medicación, vacunar o no, portear o no…

Con las críticas soy muy crítica: coge lo que te interese, toma nota si te apetece, compara y corrobora esa información, busca los pros y contras y elige TU camino. En un artículo que te dejo abajo te explico cómo afrontar las críticas. 

  1. Las enfermedades.

Ay…cuántas noches sin dormir controlando la fiebre, la tos o los mocos que no dejan descansar a tu bebé o niño! ¿Hay algo peor para el corazón de una madre que ver a su hijo enfermo?

Nos aterra que le pueda pasar algo a nuestro hijo, que empeore, que no sobreviva…Evidentemente no nos queda más remedio que aprender a vivir con ello. En este caso no tengo la fórmula mágica. Esperar, relajarse y acompañar a nuestro pequeño en el proceso.

En un artículo que te comparto más abajo te cuento cuáles son los aliados de la salud de los niños para que empieces a preocuparte un poquito menos. 

  1. Preocupación por el sueño infantil.

No os llegáis a imaginar la cantidad de consultas sobre el sueño de los bebés que llego a tener. Y curiosamente el 99% son niños normales que duermen normal. Pero alguien les ha hecho pensar a esos padres que su hijo no es normal que se despierte de noche con 8 meses o que no duerma del tirón al año.

Queridas familias, los niños empiezan a dormir toda la noche (entiéndase 5-6 horas de media) a partir de los 3 años. Eso si, hablamos de bebés y niños a los que no se les ha aplicado un método conductista (ya sabéis a cual me refiero), ya que esos niños seguramente sí dormirán del tirón, pero la razón no es un sueño saludable.

Es decir, el bebé o niño que no se duerme llorando solo, pasará por el proceso evolutivo normal de despertares nocturnos hasta que ya no tenga que hacerlo. Forzándolo se corre el riesgo de dejar secuelas de adulto, ya que nuestro cerebro tiene memoria y las diferentes hormonas y sustancias que intervienen en el sueño, resurgirán en la edad adulta.

En este caso la solución a nuestra preocupación es simple: permitir que el niño duerma con su familia (como se hecho toda nuestra existencia) hasta que se vaya a su propia habitación y créeme, se irá. En el artículo que te dejo después te explico mucho mejor lo que supone un sueño saludable.

  1. No gestionar bien la alimentación sólida.

Los papás temen dar comida sólida a los bebés cuando ya empiezan con ella (a partir de los 6 meses según la OMS y otros organismos oficiales) les aterra que se atraganten. Una vez más la sociedad ha conseguido que la alimentación complementaria, que siempre ha sido a trozos, hasta la batidora, sea un miedo infundado.

¿La solución que nos predican? Darles de comer nosotros, consiguiendo que el niño no sepa gestionar más tarde la comida y entonces sí, haya riesgo de atragantamiento. No sabemos cómo dar de comer a nuestros bebés y se lo consultamos a los pediatras que poco saben de nutrición y de introducción al sólido.

Más abajo el enlace para que sepas más sobre la introducción de sólidos.

¿La solución ideal para el bebé-niño? Permitirle, desde que aguanta la cabeza, pide comida y ya no tiene el reflejo de extrusión, que coma solo. Debemos informarnos bien sobre cómo cortar los alimentos y cuáles están prohibidos hasta cierta edad, poco más.

  1. No saber cómo, cuánto ni cuándo amamantar.

Me da una tristeza tremenda que después de millones de años, en cuestión de 30-40 años nos hayan desprogramado para amamantar. La lactancia está en extinción. No sabemos y dudamos de cómo, cuándo y cuánto amamantar. Incluso nos preguntamos el porqué.

Hemos perdido la capacidad para hacerlo sin problemas. Algunas mamás no los tienen, es verdad, es como debería ser. Pero también es verdad que tienen problemas para hacerlo muchas más de las que me gustaría.

Para empezar, el instinto de mamar se despierta nada más salir del vientre de la madre y, OJO, en esos primeros minutos puedes instaurar la lactancia o perderla. Existe lo que se llama agarre espontáneo, cuando el bebé nace va directamente sobre la tripa de la madre y él solito se desplaza al pecho.

Pero si se interrumpe esta escena, la lactancia corre un gran riesgo de desvincularse con el instinto del bebé y cuando se coja al pecho después de un tiempo puede no cogerlo bien. Empieza el dolor, las grietas…y un paraíso para una madre se convierte en un infierno. Algunas viven ahí, entre dolor, hasta que instauran la lactancia, otras abandonan.

Cuando el agarre espontáneo se permite el 95% de los bebés se agarrará bien y no tendrá ningún problema ni él ni la mamá. Pero en los hospitales parecen no saberlo…

La solución también es sencilla: busca un grupo de apoyo a la lactancia en tu zona o ciudad y déjate llevar por esas mamás que han pasado por tu situación y saben cómo llegar a una lactancia exitosa.

Te dejo algún artículo sobre el tema más abajo

  1. La falta de estimulación.

Si, las familias me consultan continuamente que qué deben hacen para estimular a su bebé para que no se quede atrás en nada. Preguntan cómo estimular con ejercicios o técnicas de atención precoz.

A los papás les preocupa que la falta de estimulación provoque un retraso mental o impida que su hijo lleve una vida al mismo nivel que los otros niños de su edad.

¿Solución? Yo siempre les digo lo mismo: TÚ eres el mejor estímulo para tu hijo. A no ser que el bebé pase el día en un andador (nada recomendables), o dentro de un parque, sin atención, un bebé tiene más que suficiente con su madre, padre o cuidador, que lo mira, le habla, juega, le lleva de paseo, le enseña cosas…

Es importante saber que el exceso de estimulación nos puede jugar una mala pasada. Imaginemos a un bebé de 10 meses en casa sentado en el suelo. La mamá, preocupada por no darle suficiente estímulo le ofrece juguetes a montones, le pone dibujitos o le hace hacer alguna actividad de estimulación temprana.

En este caso nos arriesgamos a un sueño de mala calidad, irritabilidad,  cansancio, evitación del niño por lo que se le ofrece…Si estás cerca va a necesitar poco para desarrollarse, además piensa una cosa: el bebé o niño siempre buscará estimulación, la justa y necesaria para ir evolucionando correctamente.

7. La retirada de pañales

Una de las consultas más típicas. No es para menos, nos hacen pensar que un bebé debe dejar de llevar pañales pronto, en la guardería ya presionan, pero cuando pasan a p3, con 3 añitos, ya no es tolerable que lleve pañales. 

Entonces me encuentro con numerosas familias ingeniándoselas con premios o juegos de todo tipo para lograr que su pequeño deje el pañal.

Voy a ser muy breve con esta solución: los pañales no se quitan, SE LOS QUITAN. Entendiendo esto, todo resulta más fácil y menos preocupante. Si quieres saber porqué lo digo, te dejo más abajo el artículo donde te lo explica.

Nuestros hijos son lo que más queremos en el mundo. Su bienestar y felicidad está por encima de la nuestra. Pero si tú no eres feliz, difícilmente lo serán tus hijos. Permítete serlo, relájate, disfruta la ma(pa)ternidad que, como ya te habrá dicho mucha gente, pasa muy, muy, muy rápido.

Aquí te dejo los enlaces a los artículos que te he comentado:

Cómo afrontar las críticas durante la crianza

Los 5 grandes aliados en la salud de los niños

El sueño saludable del bebé

Baby Led Weaning o alimentación autorregulada por el bebé

¡La teta o la vida!

¿Cuándo quitar el pañal?

Mo Queralt

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