google-site-verification: google124617bd05135f1f.html
0
(0)

Como dice Victor Küppers, mi estado de ánimo es mi responsabilidad. Pero también es verdad que el estado de ánimo de tus hijas/os, en buena parte, también lo es. Una madre o padre debe conocer el poder de sus palabras.

Tus acciones, tu tono de voz, tus formas… pueden evitar o provocar un conflicto y dejar huella en tus hijas/os.

Debes tener en cuenta que lo importante no es el QUÉ sino el CÓMO se hace y dependiendo de cómo digamos las cosas les afectará de un modo u otro, de cómo proyectes tus palabras hacia el/la otro/a provocarás una reacción u otra.

Este trato respetuoso es una grandísima inversión de futuro ya que todas las conexiones cerebrales que se hacen en la infancia crean al/la futuro/a adulto/a.

Hay frases, comentarios y palabras que evito decirles a mis hijas/os. Muchas veces se me escapan, otras veces me puede el cansancio y alzo la voz, otras me enfado cuando la paciencia se me acaba (aunque tenga mucha), pero nunca proyecto ese sentimiento en mis hijas/os y si lo hago, me disculpo, pido perdón y les explico que las personas a veces no controlamos nuestras emociones, pero debemos aprender a gestionarlas.

Personalmente tengo mucho cuidado en como me dirijo a las/os niñas/os o por lo menos trabajo en ello la mayor parte del tiempo.

Por ejemplo nunca les he dicho que son imprudentes, pero sí que es peligroso e imprudente tocar el fuego.

Nunca les he dicho que son movidas/os o inquietas/os, pero sí les enseño a autocontrolarse, mantener la calma y relajarse enseñándoles técnicas de relajación o poniendo música suave.

Nunca les he dicho que se tienen que acabar toda la comida, pero sí les propongo probarlo todo.

Nunca les he dicho que se callen o dejen de gritar, pero sí que bajaran la voz.

Nunca les digo que no peguen al perro, pero sí que lo traten bien.

Nunca amenazo, ni insulto, ni etiqueto, ni humillo.

Evito decir NO continuamente y lo sustituyo por un ESTO SI.

Precisamente mi papel como madre es proteger a mis hijos de eso y enseñarles que, su madre y su padre, las personas que más les quieren, nunca van a herirles de ese modo.

Lo que tenemos que tener en cuenta es que en las/os niñas/os el proceso evolutivo emocional ocurre con más lentitud, profundidad e intensidad, ya que todavía están aprendiendo a gestionar sus emociones. Por eso es vital que les expliquemos que es normal sentir y experimentar todas y cada una de las emociones, sea enfado, alegría, miedo, asco o sorpresa. Todas igual de importantes, todas igual de necesarias y todas evolucionan si se permiten.

Tal vez no sepas como dirigirte a tus hijas/os, qué decirles y cómo decirlo, pero sabes lo que NO va ayudar en su desarrollo, lo que va a impedir una buena relación entre vosotras/os, lo que va a alejarte de ellas/os. Sabes las palabras que hieren, que duelen y que marcan.

Evítalas.

Busca alternativas más productivas y que acerquen vuestros corazones.

Utiliza la empatía y trata a tu hija/o como te gustaría que te trataran. ¡Acertarás seguro!

Mo Queralt

¿Qué te ha parecido este contenido?

¡Ayúdame a mejorar!

Valoración 0 / 5. Votos: 0

¡Sé la primera en puntuar este contenido!

Si este contenido te ha sido útil

¡Puedes seguirme en las redes sociales!

¡Oh! ¡Siento que este contenido no te haya sido útil!

¿Me cuentas cómo mejorarías?

Tu feedback es importante para mi trabajo 🙂

Pin It on Pinterest

Esta web utiliza cookies, no son de chocolate pero son necesarias, ¿las aceptas?    Ver Política de cookies
Privacidad