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Los celos son uno de los sentimientos más intensos y preocupantes para los padres. Muchas veces nos impiden llevar una vida, digamos, normal, ya que los celos pueden gastar gran cantidad de energía de los padres y de los niños.

El hecho de no entender porqué pasan, de no comprender porque ocurre, dificulta su entendimiento. Voy a explicarte todo lo que debes saber sobre los celos, cómo prevenirlos, cuál es su origen, para que puedas, por lo menos, descifrarlos y ayudar a tu hijo a sobrellevarlo mejor.

Para empezar debemos saber que los celos son normales (pero como todo, se pueden convertir en un problema si no los gestionamos con respeto y entendimiento), una forma de “hacerse ver”, de no perder el contacto con los cuidadores – los padres mayoritariamente- durante las diferentes situaciones y etapas vitales en las que se encuentran y por las que pasan los niños.

Cuando entendemos las cosas y el porqué ocurren nos es más fácil comprenderlas y abrimos nuestra mente para buscar y aplicar los recursos de los que disponemos.

Los celos infantiles son un sentimiento natural, que se caracteriza por una sensación de frustración, que aparece en los niños cuando se sienten en segundo plano o que disminuye lo que llamamos “correspondencia emocional” que le hace sentir desplazado por sus referentes, en la mayoría de casos, sus padres.

Es tan intensa y sentida que roza la ansiedad y se acompaña de envidia y resentimiento hacia las personas que ponen en entredicho la relación con los padres. Aparecen a partir del año y medio de edad y serían normales hasta los 7 años aproximadamente. Junto con las “rabietas” desaparecerán si no se ignoran y se gestionan desde el amor, el entendimiento, el acompañamiento y el respeto.

Por supuesto un niño con una baja autoestima, falta de confianza o mucha inseguridad, tendrá más posibilidades de padecer celos infantiles.

 

CAUSAS DE LOS CELOS

 

Vamos a ver las causas de los celos infantiles para comprobar que son numerosas las situaciones que pueden provocar en el niño el temor a perder el afecto de los padres o el sentimiento de haberlo ya perdido.

Los celos pueden estar motivados por varias razones, voy a ser lo más objetiva posible, después hablaremos de cómo gestionarlo, de momento te cuento las más destacables:

– La llegada de un nuevo hermanito. El cambio emocional al que se somete un niño con su nuevo hermano es abrumador…el pequeño será cuidado con más atención y eso provocará en el mayor una sensación de abandono muy dolorosa. Verá que la completa dedicación que recibía hacia poco ya no es del 100%. Incluso la madre, metida de lleno en el postparto, puede mostrarte más cansada, irritable y estresada, un carácter difícil de entender para un niño, que puede verlo como una muestra de segregación hacia él.  

– Los celos evolutivos o excesiva dependencia por uno de los padres. Muchas veces podemos ver que el niño “prefiere” a uno de los padres -para dormir, sentirse seguro tras una “rabieta”…- y esto puede hacer que aparezcan los celos hacia el otro referente (si prefiere a la madre, puede sentir celos por el padre cuando se acercan, tocan o se besan delante de él)

– Tener un carácter o personalidad insegura. El niño insegura tienda a envidiar a los demás, si encima le sumamos un hermano, una nueva pareja o cualquier situación de este tipo, los celos se incrementan. Ésta es una de las razonas por las cuales debemos propiciar seguridad y confianza en los niños desde su nacimiento. De la misma forma que los niños con un carácter más sensible, que se preocupa por el mínimo detalle, es metódico, y con esquemas bastante rígidos y se suma la poca tolerancia a los cambios, serán más propensos a sufrir episodios de celos. Todo esto puede ser debido a las experiencias y vivencias y la educación recibida que influyen íntimamente en los celos infantiles, por eso los niños con carencias afectivas, falta de contacto y desequilibrios emocionales los incrementan.

– Los hito evolutivos. Si además sumamos que el mayor es pequeño (porque todavía no ha superado el año o los dos años) y que se encuentra en el hito evolutivo de la angustia de separación (más abajo de la explico) los celos pueden ser mucho más intensos.

– Las preferencias de los padres. Sin querer, muchas veces los padres tienen preferencias o favoritismos con los hijos, porque al mayor se le pueden permitir más cosas, o al pequeño se le tiene en una posición más vulnerable y el mayor lo nota en nuestros actos. Podemos verlo también cuando atendemos más a un hermano por tener ciertas limitaciones (tiene alguna diversidad funcional, no va bien en el colegio y necesita ayuda,…) o por tener capacidades que sobresalgan de lo habitual (tener superdotación…).

SÍNTOMAS DEL NIÑO CELOSO

No tienes porque verlos todos, pero la mayoría serán visibles en algún momento de la vida del niño. Si vemos estos síntomas y sabemos que el niño está celoso, podremos tratar la situación mucho mejor y respirar hondo para lo que puede llegar.

– Ver en el niño signos de infelicidad y/o frustración. llorar más frecuentemente de lo habitual y por cosas más superfluas que antes, más rabietas y una tristeza visible.

– Negativismo. Escuchar continuos NO a propuestas que antes sí aceptaba, muchas veces sin ya escuchar lo que se le pide o propone.

 – No acepta ni cumple las normas o directrices que antes sí hacia sin problemas. Buscando la atención  y el reconocimiento, negándose y rebelándose ante todo para poner a prueba el amor de sus padres, sobretodo hacia la madre, llegando a provocar situaciones que sabe que la hacen enfadar.

– Se niega a estar sólo durante el día. Y recrimina con su conducta (enfadándose, teniendo episodios de “rabietas”, etc. ) que no puede estar sin su referente. Incluso de noche puede pedir dormir con los padres cuando ya no lo hacia, teniendo sueño irregular.

– Nuevas conductas aparentes. Observamos cambios en el desarrollo del lenguaje (un habla infantil imitando al hermano pequeño, repetición de lo que dice, tartamudeo), volver a comportamientos más infantiles que ya no tenía hacia tiempo (chuparse el dedo, hacerse pipi en la cama, negarse a comer lo que le gustaba, agresividad  hacia objetos o animales y hacia su hermano, comportamiento social anómalo, etc.).

También podemos ver cambios de estado de ánimo o físico sin una causa aparente y sintomática como vómitos, anorexia, mareos, terrores nocturnos, insomnio, tensión muscular, dolor de estómago…Incluso pruebas de afecto exageradas.

Además de estar irritable, más nervioso, muy sensible y susceptible, pudiendo hacer comentarios despectivos y burlas hacia sus padres.

– Culpar y negar los propios errores. Especialmente culpar al otro hermano o la persona objeto de celos.

Como puedes ver, los celos infantiles no son ninguna tontería. Muchos niños presentan tooodooo esto de la lista y sería igual de normal que ver solo uno de los hitos.

 

¿QUÉ HACER CON LOS CELOS?

 

Y ahora viene lo más importante para las familias, ¿cómo actuar frente a los celos?. ¡Ya puedes imprimirlo y colgarlo en la puerta del frigorífico para no olvidarte!

En un principio, los celos evolucionan favorablemente los primeros años, pero si observamos que, ante los hermanos u otras personas se hacen permanentes, podríamos revisar y analizar los porqués para que no se conviertan en algo patológico y requieran en un futuro un tratamiento terapéutico. Eso se evitará si los tratamos como un sentimiento normal que acabará pasando y no hacemos sentir mal ni culpable al niño por estar celoso.

Lo primero es intentar descubrir el porqué tiene celos. Suele ser bastante fácil, pero a veces nos encontramos con muchos actos de la lista de arriba pero no logramos saber porqué actúa así. Por lo menos sabemos que está celoso y eso nos ayudará a ir lidiando con ello hasta descubrir qué pasa.

También es importante saber que los celos “mal” gestionados pueden derivar a una personalidad celosa más crónica que pueden interferir en la vida normal de un niño hasta la edad adulta, por eso los consejos que vienen a continuación son tan necesarios para evitarlo:

– Crear un ambiente familiar en el que esté presente la aceptación y el respeto, con lo que se favorecerá un desarrollo positivo en cuanto a la autoestima de los niños.

– La preparación ayuda al niño, aunque no por ello se evitan los celos. Lo fundamental para la preparación es que el niño comprenda que se le va a seguir queriendo, y eso supone decírselo todas las veces que queramos.

– Intentar cambiar lo menos posible la rutina del niño tras el nacimiento del hermano.

Establecer un equilibrio en el trato hacia todos los hijos y reconocer todos los éxitos por igual, consiguiendo así que los niños se sientan a gusto y orgullosos de ser quién son y ocupar el puesto que ocupan.

– Mantener al niño aislado de la madre el menor tiempo posible.

– No hacer comparaciones entre las capacidades y los rasgos distintivos de cada uno: “es más guapo que su hermano”, “el pequeño es más listo”.

– Prestar atención al mayor y hacer que lo hagan los demás.

– Dedicar, al día, un tiempo exclusivo para el niño favorecerá la confianza y la seguridad de éste. – Permitir que el niño exprese lo que siente, de una forma adecuada.

– Responder con tranquilidad a los episodios celosos, sin estridencias ni recriminaciones, comunicarle al niño que vamos a quererle igual y enseñarle a pedir lo que necesita con calma. Hablar de lo ocurrido y darle la atención emocional.

 – Los padres deben estar pendientes de las situaciones desencadenantes de los celos, y anticiparse a ellas, prestarles atención antes de que la demanden y gestionando las emociones desagradables a través de, por ejemplo, el juego y los cuentos.

– Responsabilizar a los mayores de pequeñas acciones hacia su hermano. Que traiga los pañales, decirle que le vigile un momento mientras tú vas al baño, agradeciendo su ayuda.

Ya ves que no es complicado, es más, es mucho más fácil hacer todo esto que lo que se suele hacer, que es enfadarse, ofuscarse, gritar, castigar, humillar, insultar….y una larga lista de actuaciones que solo complican la situación.

Te animo a probarlo y a explicarme tu experiencia! 

Aquí te añado el enlace al artículo de la angustia de separación  de los bebés y niños que te comentaba más arriba:

http://www.educavida.com/la-angustia-separacion-los-bebes-ninos/

Mo Queralt

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